¿Alguna vez te ha pasado que, aunque duermas 8 horas, te despiertas cansado? En la ciudad, el ruido de fondo nunca se apaga del todo. Pero aquí, en Hacienda Coloma, el despertador es diferente.
Imagínate esto: Abres los ojos y no escuchas alarmas ni tráfico. Lo primero que sientes es el canto de los pájaros que habitan nuestros jardines. Te estiras en una cama cómoda, rodeado de muros con historia, y de repente te llega… ese olor inconfundible. Aroma a café fresco, tostado aquí mismo, colándose por la ventana.
Eso, amigos, es la magia de dormir dentro de una hacienda cafetera.
Hoy queremos hablarte de una tendencia de la que somos fans absolutos: el “Slow Travel” o turismo lento.
¿Qué es el Slow Travel y por qué deberías probarlo?
Vivimos corriendo. El “Slow Travel” es el arte de viajar sin prisa, de priorizar la calidad de la experiencia sobre la cantidad de fotos. No se trata de “ver” cosas, sino de “sentirlas”. Y Fusagasugá, con su clima perfecto y su ritmo pausado, es el escenario ideal para esto.
En Hacienda Coloma, no solo ofrecemos un tour de café; ofrecemos un refugio. Cuando cae la tarde y los visitantes del día regresan a Bogotá, la hacienda se transforma. Se vuelve un espacio íntimo, silencioso y profundamente relajante.
Nuestras opciones para tu escapada perfecta
Queremos que te sientas como en la casa de campo que siempre soñaste tener. Por eso, nuestros alojamientos no son cuartos de hotel estándar; son espacios con alma colonial y todas las comodidades modernas (sí, tenemos Wifi, aunque te retamos a no usarlo):
- La Cabaña Colonial: Perfecta si vienes en familia o con amigos cercanos. Es una casita independiente rodeada de verde, ideal para esas charlas largas que arreglan el mundo.
- Las Habitaciones Coloniales (Azul y Amarilla): Espacios llenos de encanto histórico, diseñados para parejas o viajeros que buscan privacidad y belleza en los detalles.
El “plus” que marca la diferencia
Aquí viene lo mejor: quedarte con nosotros no es solo dormir. Todas nuestras tarifas de alojamiento incluyen el desayuno (porque nadie debería empezar el día con el estómago vacío) y, por supuesto, nuestro famoso Tour del Café.
Así que el plan es redondo: llegas, te desconectas, descansas como un bebé, despiertas con el mejor café de Colombia y luego aprendes todo sobre su proceso antes de volver a casa renovado.
¿Te suena a buen plan?
Si tu cuerpo te está pidiendo a gritos una pausa, hazle caso. Estamos a solo 90 minutos de Bogotá, pero te sentirás a un mundo de distancia.
¡Te esperamos con el café listo!



